Mar Benegas: el bosque de los despojados

sábado, 27 de febrero de 2010

el bosque de los despojados

los desaparecidos, los huidos, los matados,

los esclavos de las fábricas, de los diamantes y las minas

los niños sin piernas

las madres que escombran huesos, las abuelas de mayo con sus pañuelos

los que entierran cadáveres sin sonrisas y no se olvidan de ellos

las escuelas donde enseñan a contar con un ábaco de balas, las escuelas sin paredes

los enfermos sin mirada

los que comen hormigas y beben barro, los que se comen el hambre

los que se mueren porque ganaron el sida en la ruleta de Midas

los están bajo los puentes pagando el delito de haber nacido

los que lloran en las tiendas de campaña el miedo de un desierto sin patria

los que viven siempre mordiendo, bajo el yugo y el poder de la alambrada

las casas voladoras y los brazos amputados

las pateras y favelas, los inmigrantes y el océano

los que tienen un fusil apuntándoles la vida

los que se quedaron sin tierra, sin identidad, sin nombre y vagan borrachos en reservas o miserias

los que se alimentan de la caridad de los escorpiones llenándose de odio

los violados y los sometidos, los fotografiados, los tocados por manos oscuras


ellos así, se alzarán cómo árboles de ceniza,

y contra diciendo el poder de las raíces andarán hacia nosotros con las ramas abiertas,

una procesión de vergüenzas sin nombre,

entonces tendremos a su miedo dándonos sombra, justo cuando sean el cobijo que atraviese la garganta, todos ellos, verdades y puñales.

se hará visible por fin, el bosque de los despojados y no habrá otro destino, entonces sí, que saberlos

2 comentarios:

Anónimo dijo...

guau... fuerte.
tan fuerte como bello y encima .... el remate de saberlos que es lo unico que importa.
besos

Tempus fugit dijo...

Cierto...una auténtica apocalipsis de ceniza cegadora en los ojos de las conciencias..


besos